Juan Fernández escribe, protagoniza, dirige y produce el film dominicano “El Gallo”, un crudo drama que muestra mucho de denuncia social. Esta representa la opera prima de esta destacada figura que inició vida profesional como actor con la película de 1972 “Salomè” (dirigida por Carmelo Bene). Con más de 41 películas en su haber y diversas participaciones en series de TV, Juan de Jesus Fernández de Alarcon nos presenta una película de 195 minutos producida por su empresa Monos en la Montaña, junto a Mirage Group.
“El Gallo” cuenta además con las actuaciones de Jhonny Mercedes, Katherine Castro, Kiara Romero y Lia Chapman, entre otras figuras.
(Trailer)
Trata sobre un dominicano que es deportado después de cumplir una condena de 25 años en prisión en Estados Unidos, donde fue condenado al ser incriminado por su mujer y por quien consideraba su mejor amigo. De fuerte carácter y difícil de doblegar, este hombre castigado por el destino se enfrentará a una realidad plagada de injusticias y corrupción social.
El nuevo entorno de Gallo le obliga a enfrentar a los demonios de su pasado, donde tendrá que poner a prueba todo lo que esté a su alcance para salir airoso en esta nueva etapa de su vida.
Pese a que Fernández es un actor que ha trabajado en notables producciones hollywoodenses, no pudo transmitir a su primera propuesta una pisca de la calidad argumental y visual de aquellas propuestas en donde hizo roles diversos. Su película luce muy mal en sonido, video, guión y edición, dando la sensación de que se quiso hacer a la carrera, cuando en realidad era un proyecto que estaba en el regazo de Fernández desde hacia muchos años.
Un artista de su prestigio y personalidad, que se identifica como muy exigente, ameritaba que su primera película por lo menos cuidara los detalles de producción. Por el contrario, la cinta luce torpe en su construcción general y podría herir sensibilidades debido a la poca delicadeza al tratarse algunos temas (como por ejemplo la prostitución hetero y homosexual).
Independientemente de que estamos en una sociedad plagada de tabúes, hay maneras más profesionales o adecuadas para mostrar situaciones con gays, marginalidad barrial y mucho más. Espero que todo lo vivido en esta película le sirva a Fernández para acumular experiencia ante próximos retos cinematográficos. (Mala)
